23 diciembre 2009

Final Fantasy XII (PS2)



Final Fantasy es sinónimo de juegos épicos, con grandes conflictos entre los personajes, y un sinfín de cosas que son comunes a lo largo de todos los juegos. Luego de haber pasado la barrera de las 100 horas frente a este juego, creo conveniente hacer un análisis.
FF XII se aleja de lo que es FF XI, se acerca mucho al diseño del recordado Vagrant Story e incorpora cosas nuevas. Algo que es básico en cuanquier RPG o JRPG es el sistema de combate. Este es el primer juego donde deja de ser por turnos, a pasar a ser en tiempo real. FF XII incorpora un sistema llamado "gambits" donde los personajes tienen acciones predefinidas en cuanto a determinadas situaciones que acontecen durante el juego, por ejemplo:
-> ally-any: hp < 60% -> cast cura
lo que se traduce en que si alguno de los miembros del grupo llega a menos de 60% de vida, se invoque una magia blanca "cura". u otro por ejemplo:
-> foe-party leader target -> attack
que se traduce en que si el party leader esta con un enemigo marcado para atacar, atacarlo también.
Los gambits hacen un poco más amena la monotonía de encontrarse continuamente con enemigos, los cuales podemos elegir esquivar o no. No hay transiciones como en los viejos FF donde los encuentros con enemigos con random y pasamos a una pantalla con los enemigos. Las cosas han cambiado. Pero eso no es todo, los gambits son como casi cualquier otra cosa en el juego, hay que comprarlos para poder aprenderlos. Igual que las armas, no basta con tener una mejor arma, hay que tener la licencia para poder usarla. Eliminar enemigos da punto de experiencia y de licencia. Cada personaje tiene una cuadrícula donde ir usando los puntos de licencia, que servirá para poder aprender magias, técnicas, usar armas u otras habilidades especiales.
Los que fueran Guardian Forces, Aeons (FF X) aquí se llaman "Espers", y créanme que son bastante inútiles. Si se invocan solamente queda el personaje invocador con su esper, pero avanzado el juego no se les da mucha utilidad, son lentos, hacen poco daño y tienen poca vida. Acá no hay limit breaks o cosas por el estilo, hay "Mist powers". Cada personaje puede aprender hasta 3 mist powers que son invocados usando toda la barra de magia. El twist que tiene esto es que cuando uno de los tres personajes activos lo invoca, puede ir encadenándolos con otros de sí mismo, o con los de los otros dos personajes. Todo esto realmente suena muy complicado pero créanme que se entiende al tiempo.
La curva de aprendizaje del juego es bastante grande, el sistema de combate es nuevo, prácticamente nada de lo que queremos hacer está disponible desde el principio y hay muchísimo por aprender y adaptarse. La aventura principal es enorme, pero más aún todas las cosas opcionales. En los pueblos hay tabernas donde figuran pedidos en un pizarrón con recompensas. El método es aceptarlo, ir a hablar con quien pidio elminar algún enemigo, eliminarlo, y luego volver a buscar a quien lo pidió para cobrar la recompensa.
Gráficamente el juego impresiona. Cuesta creer que sea del 2006 y PS2. Soporta progressive scan en 480p y los detalles abundan por todos lados. Creo que sin duda los modelos de caras son los mejores que he visto en la plataforma (hablo de ojos, narices, pelo, etc.). Cientos de juegos salidos posteriormente deberían avergonzarse al ver los diseños creados acá por los señores de Square-Enix. Creo que sin lugar a dudas es uno de los mejores juegos visualmente hablando de PS2, muchos entornos diferentes, todo con lujo de detalles. Lo único que podría reclamar un poco es el reciclado de los enemigos, es común ver acá como en otros títulos del género, casi el mismo enemigo con otro color y alguna que otra textura cambiada, con otro nombre algunos niveles después.
La música y el audio es excelente, no encontraremos acá algo tan magistral como "Eyes on Me" de Nuobo Uematsu, pero cumple perfectamente. Eso es lo que tienen los Final Fantasy, es algo diferente sobre algo hartamente conocido. Quién no sabe a esta altura que para curar un "Silence" hay que usar un "Echo Screen". Lo único tal vez criticable aquí sean las personalidades de los personajes principales, no son tan carismáticos e identificables como en otros títulos. Lo bueno es que todos se encuentran muy al principio del juego, no a la mitad como solía ser en títulos anteriores. A las pocas horas ya contamos con la "party definitiva" que nos acompañará en el resto del juego.
De qué se trata la historia ? Más o menos lo mismo de siempre. Dos reinos en constante pelea cuyo recién coronado rey muere cuya esposa se da también por muerta, resulta ser que los malos eran los buenos, y la reina no está muerta (Ashe) pero ve aparecer a su marido fantasma, en medio de eso hay un muchacho que quiere ser pirata de los cielos (Vaan). Termina conociendo sin querer a un experto en la materia (Balthier) que tiene de compañera a una coneja (Fran) a los cuales se le prende una niña algo amiga de los bolsillos ajenos (Penello), todos se encuentran con el malvado y supuestamente traidor ex militar (Basch). Y ahí estan los 6. Ocasionalmente se encontrarán con otros personajes que se unirán como invitados al grupo, pero no durarán demasiado. Más no les cuento, lo lindo de estos juegos es descubrir la historia por uno mismo, y aquí viene bastante complicada, como la vida política misma.

En resumen, un excelente rpg japonés que exprime la PS2 hasta más alla de lo que debe y nunca la deja mal parada, horas de juego garantizadas cuyo único problema tal vez sea adaptarse a los controles no tradicionales para la saga. Totalmente recomendado para los amantes del género.


Puntaje Final: 9.5/10

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